Las turbinas eólicas son habituales y aparecen ya en el paisaje, y es probable que la población expuesta, por cercanía a las mismas, aumente a lo largo de los próximos años por lo que, el impacto en salud derivado de su funcionamiento se debe tener en cuenta para mitigarlos o eliminarlos en la medida de lo posible.

Varios estudios han demostrado que el ruido procedente de estas turbinas es molesto para la población expuesta. Y la evidencia científica disponible, señalando que el ruido del tráfico tiene un impacto claro y significativo en la salud, en términos de infartos de miocardio e ictus, ha llevado a la sospecha de que algo similar podría estar ocurriendo con respecto al ruido producido por las turbinas eólicas.

El objetivo de este estudio es estimar el efecto de la exposición a largo plazo al ruido de estas turbinas. Para ello, se hizo un estudio de cohorte prospectivo entre los años 1982-2013. En el estudio se analiza la asociación entre el ruido producido por las turbinas eólicas instaladas en Dinamarca y la incidencia de infarto de miocardio y de ictus. La exposición se determinó mediante modelos estadísticos para estimar el nivel de ruido para cada instalación, y la incidencia en base al registro nacional de pacientes.

Los resultados muestran o bien que no hay asociación, o que son de magnitud muy reducida, para ciertos niveles de exposición. Los autores concluyen que no hay una asociación convincente entre el ruido de las turbinas y la incidencia de infarto de miocardio e ictus.

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