La urbanización y la segmentación de los bosques da lugar a que los animales entren en contacto con las poblaciones humanas y el cambio climático provoca que los virus adquieran nuevas cepas resistentes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) viene alertando sobre el avance las nuevas enfermedades zoonóticas, causadas por este entramado complejo que incluye la destrucción de los bosques. Las selvas son la barrera que tiene el ser humano para evitar el contacto con la fauna silvestre. Pero estos espacios verdes están desapareciendo.
Cuando el ser humano arrasa con un bosque nativo genera un desequilibrio dentro de ese sistema. Donde había árboles habrá agua estancada (lo que favorece la propagación de nuevos mosquitos, por ejemplo) y donde había hábitats naturales habrá asentamientos humanos o monocultivos. Por esto, los animales comenzarán a migrar, se mezclarán con otras especies o buscarán refugios en las construcciones humanas.
Para evitar el colapso, la OMS propone el concepto One health (Una sola salud), que relaciona la salud ambiental con la animal y la humana. Si el mundo se enferma, los humanos, que forman parte de él, también.

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