La reducción de la actividad industrial y el transporte con vehículos de combustión asociadas a la crisis del Covid-19 está dejando efectos secundarios relativamente positivos para el medio ambiente y la salud de las personas.
La contaminación del aire en el norte de Italia ha caído bruscamente después de que el coronavirus obligara al país a encerrarse en casa. Así lo revelan las imágenes satelitales que ha difundido la Agencia Espacial Europea, ESA por sus siglas en inglés. Las imágenes son un ejemplo sorprendente de cómo la pandemia ha reducido las emisiones de gases producidas por la actividad humana, como el dióxido de nitrógeno (un compuesto tóxico que afecta muy negativamente a la calidad del aire, además de ser un gas de efecto invernadero).
En China, un estudio realizado por un grupo de expertos del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA) con sede en Finlandia, asegura que durante las semanas de confinamiento, hasta el 1 de marzo, las emisiones de dióxido de carbono cayeron un 25%, aproximadamente 200 millones de toneladas, equivalente a una reducción del 6% de las emisiones mundiales durante el período.