Investigadores de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente, la Universidad de Adelaida y la Agencia Federal Ambiental de Alemania demuestran en sus estudios que el contacto directo con células cianobacterianas puede tener graves afecciones a la salud como reacciones dérmicas, dolor de garganta, tos seca, cefalea, ampollas en la boca, irritaciones de piel y ojos.

Es una de las conclusiones de un estudio sobre los riesgos que representan para la salud humana microorganismos como los hallados en el río Piles y en el que se han basado los redactores del informe presentado por el Ayuntamiento de Gijón para recomendar, entre otras medidas, no volver a subir las compuertas del anillo navegable.

Las lesiones a los seres humanos se producen por la ingesta de agua potable en la que había presencia de estos organismos, aunque también hay casos registrados en aguas recreacionales. Los investigadores añaden que los trajes de baño, y especialmente los de buceo, tienden a agravar los efectos al acumular material de algas e incrementar la destrucción de células y con ello la liberación de su contenido. Y advierten de que, aunque la ingesta de agua en espacios donde su uso es recreativo suele ser accidental, los efectos de las toxinas ligadas a estas bacterias son acumulativos.

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