Anteriormente, hemos hablado de los problemas de salud que enfrenta la población debido a las sustancias químicas que contienen varios alimentos de consumo humano ya sea por el empaquetado o por los plaguicidas utilizados en la agricultura (1) (2). Sin embargo, existe un término llamado “fraude alimentario” o comida adulterada. A la comida adulterada se le añade intencionalmente materia prima ilegal para reemplazar los nutrientes originales y satisfacer los estándares de la industria y buscar beneficios económicos, causando riesgos en la salud de la población (3). La calidad y seguridad de los alimentos se modifican añadiendo o sustituyendo ingredientes sintéticos o aditivos artificiales (4). Generalmente estos aditivos artificiales contienen metales como arsénico que se encuentran en los pesticidas, plomo proveniente del agua o mercurio que se encuentran en las latas (5).

En un artículo científico titulado “Selected food items adulteration, their impacts on public health, and detection methods: A review” los autores analizaron ocho alimentos con aditivos artificiales (5) como leche de vaca y sus derivados a los cuales se les agregan varios químicos como urea, almidón, harina, azúcar de caña, aceites vegetales, melamina y detergentes. En los aceites mezclan aceite prensado en frío con aceite refinado lo que genera ácidos grasos trans; el aceite de oliva de bajo costo (barato) generalmente se adultera con aceites vegetales que contienen colza. A los granos y cereales los combinan con arena o grava para aumentar el peso de los cereales y a los granos y legumbres los mezclan con perlas de plástico con el mismo color y tamaño haciéndolos parecer como granos naturales (5).

A las frutas y verduras para darles un color vivo y textura suelen teñirlas con diferentes colores y sustancias con verde malaquita que es un tinte químico que se sabe que causa cáncer; otros aditivos son  sacarina, cera,  sulfato de cobre o también llamado sulfato cúprico y carburo de calcio que sirve para madurar rápidamente frutas verdes de forma artificial como plátanos, mangos, guayabas, papayas, tomates y piñas (5). A las especias como el chile, cilantro, cúrcuma, anís, pimienta negra, etc. Están adulteradas con colorantes artificiales, con semillas de papaya, con estiércol de caballo y cromato de plomo (pigmento amarillo). La miel está adulterada con edulcorantes artificiales; en Etiopía la miel suele estar adulterada con azúcar, plátanos maduros, agua, melaza, jarabe de azúcar, jarabe de harina de maíz y/o trigo y harina o jarabe de papa. El se adultera con aserrín coloreado artificialmente y otro tipo de hojas etc. Y finalmente el café se adultera con semillas de tamarindo y  con achicoria en polvo para darle volumen y color (5).

Estos aditivos artificiales son un grave problema de salud publica, el estudio “An update on formaldehyde adulteration in food: sources, detection, mechanisms, and risk assessment” indicaron que estos alimentos adulterados provocaron problemas de salud y ejemplificaron algunos casos en diferentes países. En 1994 en Hungría 50 personas fueron hospitalizadas por consumir pimientos que contenían plomo. En China, 294,000 recién nacidos y niños sufrieron problemas renales y piedras en los riñones debido a la melamina que es un aditivo que se le añade a la leche sintética en polvo, causando 6 muertes.  Con respecto a las alergias provocadas mencionaron que en el 2013 el polvo de almendra se contaminó con cascaras de maní en polvo (4).

En otra investigación titulada “Mechtainisms and Health Aspects of Food Adulteration: A Comprehensive Review” informaron que en abril del 2022 la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición alertó sobre la producción falsa de aceitunas y aceite de oliva extra virgen adulterado con otros aceites vegetales. También en ese mismo año la FDA (Food Drug Administration) de Estados Unidos analizó muestras de miel importada y encontraron edulcorantes añadidos sin haber sido mencionados (6).

En si, la ingesta de alimentos que contienen aditivos artificiales son un problema de salud pública ya que provocan alergias, enfermedades crónicas como cáncer, infecciones estomacales, enfermedades del corazón, infecciones en la piel entre otras (5).

 

Referencias

  1. Lo que debes conocer sobre el bisfenol A – Observatorio de Salud y Medioambiente de Andalucía: OSMAN [Internet]. 2023 [citado 8 de enero de 2024]. Disponible en: https://www.osman.es/lo-que-debes-conocer-sobre-el-bisfenol-a/
  2. Exposición ocupacional a pesticidas y cáncer de endometrio: un estudio de casos y controles en España – Observatorio de Salud y Medioambiente de Andalucía: OSMAN [Internet]. 2023 [citado 8 de enero de 2024]. Disponible en: https://www.osman.es/exposicion-ocupacional-a-pesticidas-y-cancer-de-endometrio/
  3. Wei Q, Dong Q, Pu H. Multiplex Surface-Enhanced Raman Scattering: An Emerging Tool for Multicomponent Detection of Food Contaminants. Biosensors. febrero de 2023;13(2):296.
  4. Rahman MdB, Hussain M, Kabiraz MP, Nordin N, Siddiqui SA, Bhowmik S, et al. An update on formaldehyde adulteration in food: sources, detection, mechanisms, and risk assessment. Food Chem. 30 de noviembre de 2023;427:136761.
  5. Haji A, Desalegn K, Hassen H. Selected food items adulteration, their impacts on public health, and detection methods: A review. Food Sci Nutr. 2023;11(12):7534-45.
  6. Momtaz M, Bubli SY, Khan MS. Mechanisms and Health Aspects of Food Adulteration: A Comprehensive Review. Foods. 2 de enero de 2023;12(1):199.

 

Mónica Miriam García Cuéllar
Master en Salud Pública y Promoción de la Salud.
Editora científica OSMAN