¿Qué se sabe sobre el tema?
Los gases anestésicos contribuyen al deterioro de la capa de ozono y al cambio climático, por lo que es fundamental establecer medidas que permitan disminuir su impacto, manteniendo la seguridad del paciente.
Durante la última década, los gases anestésicos como el sevoflurano y el desflurano se han convertido en los anestésicos inhalatorios de elección en la mayoría de los países debido a su seguridad y características farmacocinéticas. En la práctica clínica estos compuestos se evaporan en una corriente de gases médicos como oxígeno, aire u óxido nitroso (N2O). Estas mezclas respiratorias se administran al paciente a través de un dispositivo de vía aérea (tubo endotraqueal o dispositivo supraglótico como mascarilla laríngea) utilizando una máquina anestésica, que es un sistema de respiración semicerrado con un desbordamiento y una corriente de retorno que incluye CO2 de eliminación y gases anestésicos. Estos anestésicos volátiles se metabolizan poco en el organismo y se eliminan sin cambios mediante la exhalación de un 95% de N2O, desflurano y sevoflurano. Para proteger al personal que trabaja en los quirófanos, se utilizan sistemas de extracción de gases desde las áreas quirúrgicas directamente al exterior de los hospitales, se liberan por tanto directamente a la atmósfera con poco o ningún procesamiento adicional, lo que hace que actúen como gases de efecto invernadero, lo cual podría explicar la aparición de niveles de estos gases que han migrado desde áreas urbanas hasta el hemisferio norte
¿Qué añade este estudio a la literatura disponible?
La puesta en marcha de un Programa de Emisiones Zero es capaz de conseguir el objetivo de reducir las emisiones a cero dentro de un entorno de práctica clínica segura y sostenible. La medición de las emisiones como parte inicial de este programa nos permitió retirar el uso de agentes como el N2O (con escaso valor como anestésico y sin embargo el gas más contaminante) que determinan altos niveles de CO2. Al mismo tiempo fue importante disponer de sistemas de captación de gases como el Contrafluran® en las áreas quirúrgicas con capacidad para adsorber los gases halogenados (sevoflurano y desflurano) expulsados por el paciente y reciclarlos. Evitando así su emisión a la atmósfera, limitando su repercusión medioambiental y reduciendo los costes sanitarios. De esta manera, los anestesiólogos podemos desarrollar una gestión de gases anestésicos eficiente. Y contribuir a una economía circular.
¿Cuáles son las implicaciones de los resultados obtenidos?
En el futuro, para alcanzar los objetivos de ser climáticamente neutros los sistemas de salud deberán medir sus emisiones de gases anestésicos inhalados, establecer objetivos y plazos de reducción y, además, realizar un seguimiento. Con los sistemas electrónicos de nuestros respiradores es posible medir las tasas de flujo de gas promedio por hora de anestésico inhalado, así como la intensidad de las emisiones, por lo que resultará sencillo implementar Programas de Emisiones Zero como el desarrollado en este estudio. Además, los hospitales también pueden utilizar registros para estimar sus emisiones, que se deberán ajustar a su actividad clínica para permitir comparaciones entre organizaciones en cuanto a estándares de buenas prácticas.
Comentario de Martínez Ruíz A, Maroño Boedo MJ, Guereca Gala A, Escontrela Rodríguez BA, Bergese SD. Emisiones Zero. Una responsabilidad compartida. Proyecto captura de gases y reciclado en el Hospital Universitario de Cruces [Zero Emissions. A shared responsibility. Gas capture and recycling project at the Cruces University Hospital (Spain)]. Rev Esp Salud Publica. 2023 Jan 9;97: e202301001. Spanish. PMID: 36625131.
Alberto Martínez Ruiz
Jefe Servicio Anestesia, Reanimación y Terapia del Dolor
Profesor Asociado Anestesia. Facultad de Medicina EHU/UPV
Presidente Sección Anestesia Academia Ciencias Médicas Bilbao
Hospital Universitario de Cruces. Barakaldo-Bizkaia.