Debido al cambio climático los sistemas de salud y la propia salud humana se están viendo afectados. Los incendios forestales, los fenómenos meteorológicos extremos y la perturbación climática en general está, entre otras cosas, reduciendo la seguridad alimentaria y aumentando la propagación de enfermedades infecciosas, lo que afecta indirectamente a la salud a través de efectos como el aumento del nivel del mar, la migración masiva y los conflictos. Todo ello también repercute en los sistemas de salud como consecuencia de la mayor demanda de servicios sanitarios (1).

En este sentido, la comunidad sanitaria tiene un gran poder para influir en las políticas de descarbonización. Sin ir más lejos, estudios demuestran que los profesionales de la salud son el colectivo en el que más confía la sociedad (2). Sin embargo, la gran mayoría de estos profesionales no se sienten capaces para concienciar a la ciudadanía o para interactuar con los responsables de formulaciones políticas debido a falta de tiempo o por escasa formación al respecto (3).

Por esta razón, concienciar sobre el apoyo de iniciativas para mitigar los efectos del cambio climático es básico para establecer relaciones y motivar a los equipos de profesionales de salud, ya que ser parte de los comunicadores sobre las medidas que reducen las emisiones de gases de efecto invernadero conllevan beneficios colaterales para la salud y ayudan a dichos profesionales a comprender cómo pueden contribuir con  sostenibilidad y aumentar el apoyo para la mitigación (4).

Sin embargo, esto requiere el trabajo de todas las profesiones que intervienen en el sector de la salud y no solo los profesionales sanitarios, ya sean farmacéuticos, gestores, arquitectos, ingenieros, economistas, proveedores de dispositivos médicos, compañías farmacéuticas o tomadores de decisiones, para que se puedan obtener resultados óptimos (5).

Algunas iniciativas que se están llevando a cabo para obtener estos resultados son: hacerse partícipe del cuidado de la salud humana, de los sistemas naturales y de los sistemas de salud, haciendo un Juramento Hipocrático y predicando con el ejemplo (6); empoderar a las mujeres y niñas garantizando el acceso a la educación, los servicios de salud sexual y reproductiva y las oportunidades de liderazgo para todos, ya que reducir la desigualdad es esencial para la sostenibilidad (7) y porque se ha demostrado que las mujeres muestran un mayor comportamiento proambiental que los hombres, y que las mujeres líderes toman más decisiones a favor del medio ambiente y de la salud que ellos (8); o por ejemplo firmar el Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles y alentar a las instituciones y tomadores de decisiones a hacer lo mismo, trabajando para mejorar las soluciones basadas en la naturaleza en la comunidad protegiendo los bosques, fomentando sistemas alimentarios locales ricos en plantas sostenibles, etc. (9).

De esta manera, un enfoque coordinado tendrá el potencial de cambiar la práctica, los presupuestos y el poder para transformar la narrativa pública e influir en la inversión, activando puntos de inflexión socioeconómicos y catalizando la rápida descarbonización necesaria para proteger la salud y los sistemas de salud. Por eso es imprescindible administrar de forma correcta las redes, generar una buena selección de objetivos estratégicos y adoptar las mejores prácticas de comunicación para así desarrollar entornos que puedan ayudar a la comunidad de la salud a aprender a tratar la crisis climática en conjunto (10).

 

Referencias:

  1. Romanello M, Di Napoli C, Drummond P, et al. The 2022 report of the Lancet Countdown on health and climate change: health at the mercy of fossil fuels. Lancet. 2022; 400: 1619-1654
  2. Ipsos. Global trustworthiness index 2022. https://www.ipsos.com/sites/default/files/ct/news/documents/2022-07/Global%20trustworthiness%202022%20Report.pdf
  3. Kotcher J, Maibach E, Miller J, et al. Views of health professionals on climate change and health: a multinational survey study. Lancet Planet Health. 2021; 5: e316-e323
  4. Hubbert B, Ahmed M, Kotcher J, Maibach E, Sarfaty M. Recruiting health professionals as sustainability advocates. Lancet Planet Health. 2020; 4: e445-e446
  5. Myers S, Pivor J, Saraiva A. The São Paulo Declaration on Planetary Health. Lancet. 2021; 3981299.
  6. Ganz M. Public narrative, collective action, and power. in: Odugbemi S Lee T Accountability through public opinion: from inertia to public action. World Bank, Washington, DC2011: 273-289
  7. Chan KMA, Boyd D, Gould RK, et al. Levers and leverage points for pathways to sustainability. People Nat. 2020; 2: 693-717
  8. Blankenberg A-K, Alhusen H. On the determinants of pro-environmental behavior: a literature review and guide for the empirical economist. https://doi.org/10.2139/ssrn.3473702
  9. Plowright RK, Reaser JK, Locke H, et al. Land use-induced spillover: a call to action to safeguard environmental, animal, and human health. Lancet Planet Health. 2021; 5: e237-e245
  10. Courtney Howard et al. Learning to treat the climate emergency together: social tipping interventions by the health community. The Lancet Planetary Health. Volume 7, 2023. https://doi.org/10.1016/S2542-5196(23)00022-0

 

Amor Escoz Roldán
Técnica Superior en Salud Ambiental, Ambientóloga
Educadora Ambiental y Doctora el Ciencias de la Educación