La mitad de los europeos que residen en zonas urbanas están expuestos a niveles perjudiciales de ruido del tráfico rodado y uno de cada cinco se exponen regularmente a niveles de ruido nocturno que afectan a su salud (1).

Según los nuevos estudios realizados, estos efectos no auditivos sobre la salud incluyen problemas de depresión y ansiedad (2), trastornos metabólicos y resultados adversos del parto (3). Además, se está estudiando que el estrés por ruido puede agravar las enfermedades respiratorias (4) o que la exposición al ruido del tráfico puede estar implicada en el desarrollo de algunos tipos de cáncer de mama (5).

Por otro lado, el ruido genera efectos indirectos potenciales cuando se trata de vivir en áreas ruidosas. Sin ir más lejos, el ruido del tráfico puede hacer que el individuo tenga mayor inactividad física debido a la alteración del sueño o porque renuncia a caminar en entornos ruidosos (6) e incluso, algunos estudios, asocian el ruido del tráfico con factores del estilo de vida como el tabaquismo, el consumo de alcohol o el uso de medicamentos (7).

Los umbrales de exposición al ruido varían en función de la fuente del mismo y de si la exposición es durante el día o la noche. La Directiva de la UE sobre ruido ambiental (8) establece umbrales de notificación gracias a mapas estratégicos de ruido que muestran  aquellas áreas donde el nivel de ruido diurno-tarde-nocturno está por encima de 55 dB y el nivel de ruido nocturno está por encima de 50 dB, lo que significa que faltan datos sobre el número de personas expuestas por debajo de estos niveles ya que la notificación de estos niveles por parte de los países es voluntaria y, además, dichos umbrales son demasiado altos y deberían actualizarse de acuerdo con las últimas directrices de la OMS.

Los grupos de población más vulnerables al ruido son los niños, ancianos, trabajadores por turnos, mujeres embarazadas y personas ‘sensibles al ruido’, y suele ocurrir que los más desfavorecidos lo sufren de manera más desproporcionada porque los hogares con ingresos más bajos, a menudo no pueden permitirse vivir en zonas residenciales tranquilas o tener casas aisladas, por eso, el ruido no solo es un problema de salud, sino también un problema de equidad (9).

En este sentido, para reducir el ruido, existen medidas diferentes que las ciudades europeas están poniendo poco a poco en marcha. Entre ellas, las barreras acústicas o los refugios acústicos ecológicos (10).

Aun así, la mejor forma de reducir la contaminación acústica es a través de estrategias de diseño y gestión urbana que modifiquen la forma que tenemos de movernos por la ciudad, rediseñando las calles para dar más espacio a los ciclistas y peatones, o creando zonas de bajo ruido (11), lo que supone, además, la reducción del tráfico rodado y por tanto, la contaminación del aire, generando así condiciones más favorables para promocionar la salud de los viandantes.

 

Referencias:

  1. Agencia Europea del Medio Ambiente. https://www.eea.europa.eu/en/topics/in-depth/noise
  2. Beutel ME, Jünger C, Klein EM, Wild P, Lackner K, Blettner M, et al. (2016) Noise Annoyance Is Associated with Depression and Anxiety in the General Population- The Contribution of Aircraft Noise. PLoS ONE 11(5): e0155357. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0155357
  3. Nieuwenhuijsen, M.J.; Ristovska, G.; Dadvand, P. WHO Environmental Noise Guidelines for the European Region: A Systematic Review on Environmental Noise and Adverse Birth Outcomes. Int. J. Environ. Res. Public Health 2017, 14, 1252. https://doi.org/10.3390/ijerph14101252
  4. Alberto Recio, Cristina Linares, José Ramón Banegas, Julio Díaz. Road traffic noise effects on cardiovascular, respiratory, and metabolic health: An integrative model of biological mechanisms. Environmental Research. Volume 146, 2016. https://doi.org/10.1016/j.envres.2015.12.036.
  5. Andersen, Z.J., Jørgensen, J.T., Elsborg, L. et al. Long-term exposure to road traffic noise and incidence of breast cancer: a cohort study. Breast Cancer Res 20, 119 (2018). https://doi.org/10.1186/s13058-018-1047-2
  6. Maria Foraster, Ikenna C. Eze, Danielle Vienneau, Mark Brink, Christian Cajochen, Seraina Caviezel, Harris Héritier, Emmanuel Schaffner, Christian Schindler, Miriam Wanner, Jean-Marc Wunderli, Martin Röösli, Nicole Probst-Hensch. Long-term transportation noise annoyance is associated with subsequent lower levels of physical activity. Environment International, Volume 91, 2016. https://doi.org/10.1016/j.envint.2016.03.011.
  7. Nina Roswall, Jeppe Schultz Christensen, Pernille Envold Bidstrup, Ole Raaschou-Nielsen, Steen Solvang Jensen, Anne Tjønneland, Mette Sørensen. Associations between residential traffic noise exposure and smoking habits and alcohol consumption–A population-based study. Environmental Pollution. Volume 236, 2018. https://doi.org/10.1016/j.envpol.2017.10.093.
  8. Environmental Noise Directive. https://environment.ec.europa.eu/topics/noise/environmental-noise-directive_en
  9. Environmental health inequalities in Europe. Second assessment report. Copenhagen: WHO Regional. Office for Europe; 2019.https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/325176/9789289054157-eng.pdf
  10. Heathrow delivers noise insulation to neighbouring schools. https://mediacentre.heathrow.com/pressrelease/detail/4554
  11. Tackling Noise Pollution in Cities: Why and How. https://www.isglobal.org/en/healthisglobal/-/custom-blog-portlet/ruido-ciudades-como-atajarlo/8028620/0

 

 

Amor Escoz Roldán.
Técnica superior en Salud Ambiental, ambientóloga,
Máster en Educación Ambiental y Doctora en Ciencias de la Educación.