“La calefacción hace muchísimo que no la enciendo…a medida que va pasando el día y luego la noche, hace muchísimo frío, yo creo que debe hacer el mismo frío que en la calle…”
Así describe su día a día una señora en uno de los últimos reportajes sobre pobreza energética (PE) realizado en nuestro país. Una definición comúnmente aceptada de este término es “la dificultad de mantener un hogar a una temperatura confortable y asumir los requerimientos de consumo de energía a un coste razonable”[i], y tiene su origen en las políticas de vivienda, energéticas, laborales y de bienestar, generadoras de situaciones de bajos ingresos en los hogares, calidades insuficientes en las viviendas y precios elevados de la energía. En nuestro país, esta forma de pobreza ha empezado a ser objeto de preocupación y análisis en los últimos años, especialmente vinculado al contexto de la crisis.
Según el último informe de la Asociación de Ciencias Ambientales[ii], en 2014 el 11% de los hogares españoles expresaba su incapacidad de mantener la vivienda a una temperatura adecuada en la estación fría, y el 15% destinó más del 10% de sus ingresos anuales a gastos en energía. Si bien hay diversas formas de medir la PE, parece haber un consenso sobre su impacto en la salud. Las principales revisiones coinciden en que hay asociación de la PE con mala salud física y mental. En relación a la salud física, destaca el impacto sobre patología respiratoria y cardiovascular, así como el agravamiento de artritis, reumatismos, diabetes y úlceras[iii],[iv]. La revisión de Michael Marmot en 2011 señala los potenciales impactos de la PE en la salud, clasificándolos entre directos (exceso de mortalidad invernal, patología respiratoria en la infancia, salud mental y exacerbación de patologías como resfriados y gripes, y artritis) e indirectos (problemas mentales y educacionales en la infancia, empobrecimiento de la dieta y aumento de accidentes domésticos por instalaciones de mayor riesgo) [v] . La relación de la PE con la mala salud se da a través de distintos mecanismos: temperaturas inadecuadas en el hogar (exposición al frío y a variaciones fuertes de temperatura); un deterioro de las condiciones de la vivienda (humedades, hongos y alérgenos derivados); y la disyuntiva sobre en qué usar los escasos recursos económicos (el dilema conocido como “comer o calentar”). Por otro lado, el deterioro en la salud mental puede ser debido a la inseguridad económica que genera la PE: la incapacidad para ejercer control sobre la temperatura del hogar y el aislamiento social que conlleva tener una vivienda no acogedora. Igualmente, todos estos factores lo son potencialmente para la ansiedad, el estrés y la depresión[vi],[vii].
El impacto de la PE sobre la salud se da en mayor medida en grupos con mayor riesgo de vulnerabilidad como las personas mayores (hogares unipersonales), la población infantil, personas con enfermedad crónica y/o dependientes, aquellas con escasos recursos económicos (hogares con personas en desempleo o con contratos temporales), en riesgo de exclusión y contextos de infravivienda. Otras situaciones de vulnerabilidad, como la falta de apoyo social, o situaciones familiares de monoparentalidad pueden agravar el impacto de la exposición a PE2,[viii].
El exceso de la mortalidad invernal (EMI) no se considera un indicador de pobreza energética, no obstante, su cálculo permite dimensionar parte de los efectos sobre la salud de la PE. Es difícil cuantificar la parte atribuible al frío o calor dentro de la vivienda y la atribuible a las bajas o altas temperaturas fuera del hogar. Tampoco se sabe cuantificar qué parte de esta mortalidad está vinculada al frío o al calor y qué parte a los cambios térmicos bruscos. Pese a ello, se ha estimado que el 10% del EMI podría ser atribuible a la PE, lo que significaría que en España, en el 2014, se producen un promedio de 2400 muertes prematuras al año (el 10% de la Tasa de Mortalidad Adicional de Invierno absoluta TMAI) 2.
Pese a su impacto en salud, en España apenas existen estudios sobre esta temática. Por este motivo, este año hemos puesto en marcha un proyecto de investigación coordinado titulado “Pobreza energética y salud: de la evidencia a la acción”, que tiene como objetivos analizar la asociación entre la PE y la salud desde múltiples perspectivas. Este proyecto describirá la PE en términos de sus factores determinantes (socioeconómicos, ambientales o del entorno urbano), de su impacto en la salud, de su variabilidad entre las Comunidades Autónomas, o los cambios producidos por la crisis económica[ix].
Julia Bolívar Muñoz y Andrés Cabrera León
Área de Salud Pública
Escuela Andaluza de Salud Pública
Bibliografía:
[i] Hills, J. (2011). Fuel Poverty: The Problem and its Measurement. Report of the Fuel Poverty Review (p. 184). London.
[ii] Tirado Herrero., S., Jiménez Meneses, L., López Fernández, J.L., Perero Van Hove, E., Irigoyen Hidalgo, V.M., Savary, P. 2016. Pobreza, vulnerabilidad y desigualdad energética. Nuevos enfoques de análisis. Asociación de Ciencias Ambientales, Madrid.
[iii] Braubach, M., Jacobs, D. E., & Ormandy, D. (2011). Environmental burden of disease associated with inadequate housing. Methods for Quantifying Health Impacts of Selected Housing Risks in the WHO European Region.
[iv] Thomson, H., Thomas, S., Sellstrom, E., & Petticrew, M. (2013a). Housing improvements for health and associated socio-economic outcomes. The Cochrane Database of Systematic Reviews, 2, CD008657.
[v] Marmot Review Team. (2011). The Health Impacts of Cold Homes and Fuel Poverty. Retrieved March 13, 2014, from http://www.instituteofhealthequity.org/projects/the-health-impacts-of-cold-homes-and-fuel-poverty
[vi] Gibson, M., Petticrew, M., Bambra, C., Sowden, A. J., Wright, K. E., & Whitehead, M. (2011). Housing and health inequalities: a synthesis of systematic reviews of interventions aimed at different pathways linking housing and health. Health & Place, 17(1), 175–84. doi:10.1016/j.healthplace.2010.09.011.
[vii] UCL Institute of Health Equity. (2014). Fuel Poverty and Cold Home-related Health Problems.
[viii] Economics For Energy. Pobreza Energética en España Análisis económico y propuestas de actuación. Informe Anual 2014.
[ix] PI15/01936. Pobreza energética y salud: de la evidencia a la acción”. Conformado por 3 subproyectos presentados por los siguientes 3 grupos del Programa de Determinantes Sociales de la Salud del CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP): Evaluación de Programas y Políticas de Salud Pública; Epidemiología Social y Política; y Medioambiente, Servicios Sanitarios y Desigualdades.