Según un estudio de la Universidad de Washington el contacto con la naturaleza está asociado con un aumento en la felicidad, el bienestar subjetivo, el afecto positivo, las interacciones sociales positivas y un sentido de significado y propósito en la vida, así como la disminución de la angustia mental 1.

Y es que, se ha identificado que los niños/as que viven en espacios más verdes tienen un riesgo menor de trastornos psiquiátricos a lo largo de su vida, como depresión, trastornos del estado de ánimo, esquizofrenia, trastornos alimentarios y trastorno por consumo de sustancias. Los investigadores de este estudio utilizaron datos satelitales para evaluar la exposición de infantes a los espacios verdes desde el nacimiento hasta los 10 años y lo compararon con datos longitudinales sobre los resultados de salud mental individuales. Además, los datos revelaron que, para aquellos niños/as con los niveles más bajos de exposición a espacios verdes durante la infancia, el riesgo de desarrollar enfermedades mentales fue un 55 % más alto que para aquellos que crecieron con abundantes espacios verdes2.

Con todo, actualmente los científicos están empezando a explorar si las experiencias en la naturaleza con realidad virtual son beneficiosas. Según un trabajo realizado por Mathew White, psicólogo ambiental de la Universidad de Exeter en Inglaterra, se concluyó que, si bien lo real es mejor, la realidad virtual puede ser un sustituto valioso para las personas que no pueden salir al aire libre, como aquellos con problemas de movilidad o enfermedades3.

Con tantos beneficios relacionados con la naturaleza nos preguntamos cuánto tiempo al aire libre es suficiente, y esto fue respondido al estudiar una muestra representativa de casi 20,000 adultos en todo el Reino Unido. En este caso, se descubrió que las personas que habían pasado al menos dos horas recreativas en la naturaleza durante la semana anterior reportaron una salud y un bienestar significativamente mejores. Ese patrón se mantuvo en todos los subgrupos, incluidos los adultos mayores y las personas con problemas de salud crónicos, y los efectos fueron los mismos ya sea que recibieran su dosis de naturaleza en una sola sesión de 120 minutos o se distribuyeran a lo largo de la semana4

De manera que, dar un paseo por la naturaleza o por espacios verdes e incluso vivir cerca de estos espacios, no solo tiene numerosos beneficios para la salud desde nuestra infancia, sino que, además, nos hace más felices.

 

Referencias:

  1. Bratman, G.N. Nature and mental health: An ecosystem service perspective  Science Avances , Vol. 5, No. 7, 2019
  2. Engemann, K., et al., Residential green space in childhood is associated with lower risk of psychiatric disorders from adolescence into adulthood. PNAS, vol. 116, núm. 11, 2019).
  3. White MP, Yeo NL, Vassiljev P, Lundstedt R, Wallergård M, Albin M, Lõhmus M. A prescription for “nature” – the potential of using virtual nature in therapeutics. Neuropsychiatr Dis Treat. 2018 Nov 8; 14:3001-3013. doi: 10.2147/NDT.S179038. PMID: 30510422; PMCID: PMC6231506.
  4. White, M.P., Alcock, I., Grellier, J. et al. Spending at least 120 minutes a week in nature is associated with good health and wellbeing. Sci Rep 9, 7730 (2019). https://doi.org/10.1038/s41598-019-44097-3

 

Amor Escoz Roldán
Técnica Superior en Salud Ambiental, Ambientóloga, Educadora Ambiental y Doctora en Ciencias de la Educación.