Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda ha alertado de que el aumento de las tasas de obesidad entre la población está incrementando las emisiones de gases de efecto invernadero.

Para evaluar el impacto de la obesidad en el medio ambiente, utilizaron las definiciones estándar de obesidad (índice de masa corporal mayor o igual a 30 kilogramos por metro cuadrado) y peso normal (índice de masa corporal menor de 25). Hicieron cálculos de la emisión adicional de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) del aumento del metabolismo oxidativo, el incremento de la producción y el consumo de alimentos, así como el aumento del combustible utilizado para transportar el mayor peso corporal de las personas con obesidad.

En comparación con una persona con peso normal, los investigadores descubrieron que un obeso produce 81 kilogramos adicionales de emisiones de dióxido de carbono por tener un metabolismo más alto y 593 kilogramos adicionales por un mayor consumo de alimentos y bebidas. En general, la obesidad se asoció con aproximadamente un 20 por ciento más de emisiones de gases de efecto invernadero, respecto a las personas con peso normal.

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