¿Qué se sabe sobre el tema?
La deficiencia de vitamina D es un problema de salud pública mundial e incluso en países con abundante sol. En los países del sur de Europa entre el 18 y 75% de los adultos tienen deficiencia de vitamina D, definida en muchos estudios como niveles circulantes menores a 20 ng/ml. Según diferentes estudios en España la prevalencia de déficit de vitamina D en mujeres embarazadas ronda del 20 al 50%.
La deficiencia de vitamina D se ha relacionado con resultados adversos en el embarazo y el parto, incluida la preeclampsia, diabetes gestacional y la hemorragia posparto grave. Debido a que la vitamina D materna durante el embarazo es la única fuente de esta vitamina para el feto, su deficiencia también afecta a la salud fetal. El déficit de vitamina D se ha relacionado con bajo peso al nacimiento, retraso de crecimiento intrauterino, alteración en el desarrollo óseo fetal y un peor neurodesarrollo.
Diversos estudios han examinado los factores ambientales que podrían influir en los niveles de vitamina D durante el embarazo. Estos factores incluyen la exposición solar, la ingesta dietética, la suplementación, la geografía, la estación del año, entre otros. Los cambios en el medio ambiente, la contaminación y otros elementos, agregan una capa adicional de complejidad al estudio de la insuficiencia de vitamina D durante el embarazo. Este estudio tiene como objetivo contribuir a la comprensión de la influencia de estas variables emergentes en los niveles de vitamina D en mujeres gestantes y, por ende, se configura como una herramienta predictiva de gran utilidad.
¿Qué añade este estudio a la literatura disponible?
Nuestro equipo científico perteneciente al Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por Fundación” la Caixa”, ha estudiado cuáles son los determinantes que influyen en los niveles de vitamina D en las mujeres embarazadas. Tras analizar más de 100 factores ambientales, de comportamiento y sociodemográficos, apuntan que las mujeres más jóvenes, con un mayor índice de masa corporal, que residen en áreas con más contaminación y menores niveles de humedad y que están expuesta a menor radiación ultravioleta muestran un mayor riesgo de tener insuficiencia de vitamina D.
Este estudio se realizó con datos procedentes de más de 2.000 mujeres participantes en las cohortes de Guipúzcoa, Sabadell y Valencia del Proyecto INMA entre 2003 y 2008. Este proyecto tiene como objetivo principal examinar el papel de los contaminantes ambientales durante el embarazo y la primera etapa de la vida, así como sus efectos en el crecimiento y desarrollo infantil.
Hasta donde tenemos conocimiento, este estudio representa al momento de su publicación, el primer intento de abordar todos estos determinantes, considerando simultáneamente diversas exposiciones sociodemográficas, de estilo de vida y ambientales. Para determinar los niveles de vitamina D en el plasma de las participantes se extrajo una muestra de sangre que, junto a una muestra de orina, también se usó para medir la presencia de disruptores endocrinos y otros contaminantes químicos. Los datos sociodemográficos (edad, formación, estatus socioeconómico, etc.) y de estilo de vida (dieta, exposición al trabajo, actividad física) se obtuvieron a través de cuestionarios. A partir de la dirección de residencia se obtuvieron los parámetros de distintos determinantes ambientales, como la contaminación atmosférica, la temperatura y la humedad, la radiación ultravioleta o la exposición a espacios verdes.
En este estudio se llevaron a cabo diversos análisis para explorar relaciones. Algunas asociaciones detectadas han demostrado ser consistentes con las diversas técnicas estadísticas utilizadas, como la relación positiva entre los niveles de vitamina D durante el embarazo y mayores niveles de humedad, así como la asociación positiva con la suplementación de vitamina D. También se identificó una asociación negativa entre los niveles de vitamina D con el contaminante atmosférico PM2.5.
Mayor edad y menor IMC, más vitamina D
La media de edad de las mujeres embarazadas del estudio fue de 30 años. El análisis estadístico reveló que las mujeres gestantes de más edad presentaban mayores niveles de vitamina D que las más jóvenes, algo que atribuimos a la probabilidad de que las mujeres más mayores tengan más conciencia de los riesgos y adopten estilos de vida más saludables, coincidiendo con hipótesis previas de otros autores.
De igual modo, las mujeres con un estatus socioeconómico más elevado también presentaban niveles más altos de la vitamina, lo que puede atribuirse a condicionantes como una dieta de mayor calidad o a que realicen más actividad física en exteriores.
En lo que respecta a la asociación entre mayor índice de masa corporal (IMC) y menores niveles de vitamina D, nuestra hipótesis como equipo investigador, y en concordancia con las suposiciones de otros autores, apunta a que la existencia de mayor tejido adiposo podría hacer que la vitamina quedase almacenada allí, disminuyendo los niveles de vitamina disponible.
El sol. La contaminación y la vitamina D
La mayor parte de la vitamina D se sintetiza a través de un proceso endógeno de fotosíntesis, lo que explica que la exposición a los rayos ultravioleta se haya asociado con mayores niveles de esta vitamina en las mujeres participantes. Además, se observó que, las mujeres que residían en regiones más húmedas también presentaron niveles más elevados de vitamina D, sugiriendo una mayor exposición a la luz solar.
Un mecanismo similar podría explicar otras asociaciones halladas. Las participantes más expuestas a las partículas PM2,5 presentaban niveles más bajos de vitamina D. Según nuestra hipótesis, contaminantes del aire como las partículas en suspensión pueden absorber y difuminar los fotones ultravioletas, perjudicando así a la producción interna de la vitamina.
“Nuestros resultados ponen de manifiesto la influencia de los factores sociodemográficos, ambientales y relacionados con el estilo de vida en los niveles de vitamina D de las mujeres embarazadas”, afirma Maria Llopis, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.
Rol de la suplementación con vitamina D
Los resultados de nuestro estudio indican que la suplementación con vitamina D mejora los niveles maternos de esta vitamina, coincidiendo con literatura anterior que sugiere que la suplementación con vitamina D, es su principal fuente de ingesta. Actualmente no hay consenso generalizado respecto a la recomendación de la suplementación de vitamina D en mujeres embarazadas. La suplementación diaria puede hacerse de manera segura durante el embarazo, pero bajo supervisión médica y con la dosis adecuada según las necesidades de la gestante, ya que el exceso de vitamina D puede ser perjudicial para la madre y el feto.
Técnicas predictivas usando machine learning
En la investigación se incluyó un componente de machine learning, por el cual se usaron los datos de las participantes para tratar de predecir la insuficiencia de vitamina D antes de que esta ocurra. “Este estudio muestra el potencial de las técnicas de machine learning para el cribado de mujeres con riesgo de sufrir insuficiencia de vitamina D, sugiriendo que podría ser una herramienta relevante para políticas de salud pública”, como concluye Paula Petrone, investigadora de ISGlobal y una de las autoras sénior del estudio junto con Maribel Casas y Paula Sol Ventura. En este análisis, la humedad ambiental y la concentración de partículas PM2,5 en el aire emergieron como dos de los determinantes de los niveles de vitamina D más relevantes.
¿Cuáles son las implicaciones de los resultados obtenidos?
Los hallazgos del estudio proporcionan una base sólida para futuras investigaciones sobre los determinantes ambientales de la insuficiencia de vitamina D durante el embarazo. Por lo que es necesario llevar a cabo estudios adicionales para validar y ampliar estos resultados, así como para explorar posibles mecanismos subyacentes.
En cuanto a las implicaciones para la práctica clínica y la salud pública, se destaca la urgencia de reiterar la importancia de fomentar hábitos saludables entre las mujeres embarazadas. Esto incluye mantener un peso adecuado durante la gestación, así como la necesidad de dedicar tiempo a actividades al aire libre, subrayando la relevancia de promover una exposición solar segura. Además de evaluar la necesidad de una suplementación adecuada de vitamina D en aquellas mujeres que lo requieran.
La identificación de una asociación positiva entre los niveles de vitamina D y la humedad ambiental, junto con una relación negativa con el contaminante PM2.5, sugiere la conveniencia de valorar una adaptación proactiva a las condiciones ambientales y la personalización de las estrategias de atención prenatal, especialmente para aquellas mujeres expuestas a entornos desfavorables. Además, abogar por la necesidad imperiosa de mantener una calidad del aire ambiental saludable, emerge también desde esta perspectiva como un elemento crucial para mejorar la salud materna y fetal, así como un elemento más para respaldar intervenciones eficaces destinadas a combatir la contaminación en la región.
Paula Sol Ventura
Pediatra endocrinóloga e Investigadora Clínica,
Biomedical Data Science Team, equipo liderado por Paula Petrone
Institute for Global Health (ISGlobal)