El gerente estratégico de reciclaje de WildTrust –una organización medioambiental de Sudáfrica– señala que los químicos presentes en los antibacteriales para manos que usan muchas personas para protegerse del COVID-19 son potencialmente peligrosos para el medio ambiente. En su mayoría los desinfectantes contienen triclosán, triclocarbán y copolímeros de acrilato, químicos que se consideran tóxicos. Sin embargo, como se utilizan en muy pequeñas cantidades se consideran seguros. Solo que esta vez millones de personas en el mundo utilizando desinfectantes y lanzan sus residuos al medio ambiente.
Leslie Petrik, profesora de Ciencias Naturales en la Universidad de Werstern Cape, advirtió que el triclosán y el triclocarban son ciertamente antibacterianos, pero no son completamente efectivos contra los virus. Indica que las personas creen que los desinfectantes que usan contra el COVID-19 lo detendrá, cuando en realidad las medidas más efectivas son el autoaislamiento y el frecuente lavado de manos con jabón
Langenhoven apunta que los canales de contaminación por triclosán son sencillamente aterradores. Todas las botellas plásticas de desinfectantes y antibacteriales contienen remanentes del producto que se filtran al medio ambiente a través de vertederos o caen directamente en arroyos y ríos. Luego están las millones de botellas plásticas que se desechan y se desecharán, que también aumenta el terrible problema de contaminación por plásticos en el planeta.

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