La sensibilidad a la radiación electromagnética es un problema emergente de salud del siglo XXI. Por eso es imprescindible que los profesionales de la salud, los gobiernos, las escuelas y los padres aprendan más al respecto. Por este motivo se celebró en el pasado mes de septiembre de 2019, el primer del Congreso Internacional de Campos Electromagnéticos (CEM) y Radiación Electromagnética (REM) en California, EE.UU.
La evidencia científica alerta del impacto en la salud que genera la exposición en el día a día. Durante muchos años los expertos mundiales han exigido límites de seguridad más bajos para proteger la salud de la población, pero sus voces no han sido escuchadas.
Algunos de los resultados de los estudios expuestos en el congreso determinan que lo mejor es tener móviles, tablets y portátiles lo más alejados posible de los testículos (ya que alteran las membranas celulares –atrofia de los túbulos seminales– y disminuyen la calidad y cantidad del esperma, además de alterar el ADN; los CEM también producen una cascada inflamatoria multiorgánica; potencian otros tóxicos orgánicos (plomo, mercurio, disruptores endocrinos, infecciones, hongos…); etc.
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