Un estudio publicado en la revista médica ‘Epigenomics’, mostró que la exposición ambientalmente relevante al éter difenílico polibromado (PBDE, por sus siglas en inglés) a través del cordón umbilical y la leche materna cambió permanentemente el metabolismo del hígado en las ratas, lo que a menudo conduce más tarde en la vida a la resistencia a la insulina y la enfermedad del hígado graso no alcohólico.
Esta investigación dirigida por el toxicólogo ambiental de la Universidad de Massachusetts Amherst Alexander Suvorov, con coautores en Moscú (Rusia), ha identificado el probable mecanismo responsable del efecto del contaminante: un epigenoma hepático alterado.
Según sus autores, esta nueva investigación en humanos podría comenzar a vincular la exposición prenatal a los retardantes de llama, presentes en todo, desde pijamas para bebés hasta plásticos y muebles, a un mayor riesgo en la edad adulta de diabetes y otros trastornos metabólicos, así como enfermedades cardíacas.