Según el proyecto LIFE+RESPIRA, que pretende demostrar que es posible reducir la exposición de las personas que circulan en bicicleta y a pie por la ciudad a contaminantes atmosféricos urbanos, quienes circulan en bicicleta por la misma vía que los coches respiran un aire mucho más contaminado que quienes se mueven por el carril bici o por las aceras. Este trabajo científico elaborado en 2017 entre otros por la Universidad de Navarra, concluye que un ciclista que circule a sólo un metro y medio de distancia de los automóviles respira alrededor de un 30% menos de hollín, uno de los principales contaminantes que produce el tráfico a motor
Ir en bici por la ciudad mejora la salud y el bienestar personal, además de contribuir de forma directa a reducir las emisiones de contaminantes atmosféricos. Pero, cuando entra en juego la contaminación, hay que tener en cuenta otros factores. Así, en función de las condiciones del tráfico, de su naturaleza, y de las características de la ruta escogida, cercanía a las fuentes de emisión, etc., la exposición de un ciclista pueden ser mayor o menor que la de los peatones, pasajeros, o incluso conductores.
En líneas generales, hay que evitar las vías principales, y optar por vías separadas de la calzada y carriles bici y si se quieren reducir las partículas contaminantes que llegan a los pulmones por ir en bici por la ciudad siempre se puede usar una máscara anticontaminación.
Enlace a noticia aqui

Enlace artículo científico pinchando aqui