La psicología ambiental es la rama de la ciencia que trata de estudiar cuáles son los efectos de los ambientes físicos naturales y/o urbanos en que vivimos sobre la salud y el bienestar.
Dentro de este campo existen numerosos estudios que han demostrado los efectos negativos que tiene el ruido sobre el bienestar, la salud y/o el rendimiento, aunque hasta el momento el nivel de atención recibido por parte de ciudadanos y profesionales es limitado.
Este estudio que presentamos aquí nace de la necesidad de demostrar la influencia que tienen los sonidos y ruidos naturales y urbanos sobre nuestra salud física y mental. La mayor parte de los estudios se han centrado en analizar factores como la intensidad del ruido, la frecuencia o periodicidad, con lo que en este trabajo nos propusimos comparar los efectos sobre la atención y memoria y el nivel de ansiedad del tipo de sonido: urbano y/o natural. Para ello se llevó a cabo este estudio en el que participaron un total de 170 personas divididas en 3 grupos: naturaleza (n=58), urbano (n=58) y silencio (n=54). Cada grupo realizó las mismas tareas (una prueba de atención, una prueba de memoria y una de ansiedad) mientras escuchaba una grabación diferente.
Los resultados muestran diferencias significativas (p < 0,001) entre las tres condiciones, siendo el grupo de sonido de naturaleza (sonido real de pájaros cantando en la naturaleza) el que presenta unas puntuaciones más elevadas en atención (x̅= 26,82) y memoria (x̅=13,48) y más bajas en ansiedad (x̅=16,55). Por el contrario, la condición de sonido urbano (sonido de tráfico) obtiene puntuaciones más bajas en memoria (x̅= 11,68) y atención (x̅= 22,06) y más altas en ansiedad (x̅= 20,41).
Estos resultados ponen de manifiesto algunos de los perjuicios que la exposición al ruido de las ciudades tiene en sus habitantes. Es fundamental comentar que este estudio va destinado a concienciar a los individuos de la trascendencia de percatarse de la multiplicidad de características, en concreto sonoras, de los entornos que rodean su actividad diaria, y de cómo algunas de éstas influyen en los comportamientos, abriendo camino a diversos trastornos mentales y, cuanto menos, deteriorando la calidad de vida. Favoreciendo una mayor cercanía hacia lo natural, hacia “el verde”, hacia el sonido de los pájaros y de “lo no urbanizado”, se tornará más accesible lograr una vida saludable; una vida rodeada de estímulos apaciguadores para la mente y dotada de todo aquello que, en última instancia, se encuentra íntimamente relacionado con lo que es el sonido más primario del ser humano: la naturaleza.
Carmen Hidalgo, Alejandro Maldonado, Cristina Bustos. Dpto. Psicología Social, Universidad de Málaga.