El cambio climático ha producido variaciones de temperaturas y cambios en la pluviometría que están afectando a los ecosistemas tanto marinos como terrestres. Esto junto con la globalización en los medios de transporte han propiciado la conectividad mundial. Esta conectividad ha permitido el transporte no solo de viajeros y mercancías sino también de especies animales y vegetales desconocidas para nosotros, ajenas a nuestra biota. En los últimos años han aparecido en nuestras costas especies que no eran habituales y han desaparecido o están en vías de desaparecer otras a las que estábamos acostumbrados.

Llega el verano y en las costas españolas prolifera la vida, entre los múltiples organismos que podemos encontrarnos en nuestras playas están las temidas medusas. Deberíamos de desmitificar el tema ya que no todas las especies de este tipo de cnidarios tienen veneno y como cualquier organismo vivo tiene una función clave en los ecosistemas.

Las medusas formadas por 95% de agua tienen tentáculos donde poseen células urticantes, cnidocitos que son utilizados para la inyección de toxinas para la captura de presas y la defensa del animal (1)

¿Por qué de pronto encontramos blooms o afloramientos de medusas en nuestras costas? El proceso de formación de floraciones de medusas no es simple. En él intervienen diversos factores como las corrientes de los océanos, la temperatura, la concentración de nutrientes, la incidencia del sol, la disponibilidad de alimentos, la estación, el número de depredadores en la zona y los niveles de oxígeno. Producto de la acción de las corrientes oceánicas, las medusas se congregan en grandes colonias en las que puede haber miles de ejemplares (2).

Las medusas sobreviven mejor en las aguas con altas concentraciones de nutrientes pero con bajo contenido de oxígeno, a diferencia de otras especies marinas, por lo que su presencia en grandes cantidades puede ser un indicador biológico de problemas con la calidad del agua litoral. Esto unido a un ascenso de las temperaturas del mar provocado por el cambio climático y la ausencia/disminución de depredadores puede dar lugar a estos fenómenos.

Entre las mas frecuentes en el Mediterráneo podemos encontrar la medusa luminescente (Pelagia noctiluca), medusa huevo frito (Cotylorhiza tuberculata), aguamala (Rhizostoma pulmo ), Aurelia aurita ,etc (3) también de hidrozoos como la carabela portuguesa (Physalia physalis ) que ha provocado que playas de Alicante y Baleares fueran cerradas durante la ultima quincena de mayo de 2018 .

La carabela portuguesa, no es una medusa, sino una colonia de individuos especializados, una colonia pleustónica de organismos polipoides y medusoides, está equipada con una toxina particularmente potente que es potencialmente mortal para los humanos.

No es la primera vez que las carabelas portuguesas, propias del océano Atlántico, llegan a la costa del Mediterráneo —en el año 2010 llegaron muchas más que ahora—, pero normalmente suelen hacerlo en los meses de enero, febrero o marzo; y no en los meses tan cercanos a la temporada de baño y de verano.

Sabemos que estos hidrozoos proliferan en aguas con temperaturas mas frías que las mediterráneas y en el episodio de 2010 hubo debate sobre si la proliferación de estos enjambres de carabelas portuguesas podrían significar una invasión permanente de estos organismos debido al cambio climático, con las consecuentes perjuicios económicos en el sector turismo o bien algo puntual e inusual en nuestras costas.

El estudio realizado por Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC) concluyó el enjambre de P. Physalis del verano de 2010 fue el resultado de una inusual combinación de condiciones meteorológicas y oceanográficas durante el invierno anterior y no una invasión permanente favorecida por los cambios climáticos (4).

Considerada de peligrosidad muy elevada el contacto con sus tentáculos puede tener consecuencias muy graves para las personas. La gran concentración de nematocistos y su potente veneno con propiedades neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas pueden llegar a producir en algunas situaciones un shock neurógeno provocado por el intensísimo dolor, con el consiguiente peligro de ahogamiento. En cualquier caso puede producir quemazón y dolor vivo, y laceraciones en la piel como consecuencia del intimo contacto con los tentáculos que se enredan y adhieren en el intento de desembarazarse de ellos.

Ante una picadura de medusa, es esencial preguntar cómo ocurrió, el tiempo transcurrido desde la picadura, los síntomas locales y sistémicos y la descripción del tipo de medusa.

Las lesiones producidas por el contacto local que nos podemos encontrar son edema, pápulas eritematosas, ampollas, descamación, cambios isquémicos, neuropraxia, adenopatía regional y reacciones cutáneas a distancia. También pueden producirse reacciones tardías y a largo plazo tales como: ulceración, celulitis, necrosis y gangrena. También estrías pigmentadas, queloides, liquenificación por rascado frecuente, granuloma, atrofia grasa o cicatrices. En el sitio original de la picadura, secundarias a respuestas inmunológicas intracutáneas, se pueden producir reacciones recurrentes sin que se repita la exposición inducidas por antígenos secuestrados.

El tratamiento de las picaduras de medusa consiste en lavar la región afectada con suero fisiológico o, en su defecto, con agua de mar. Nunca con agua dulce ya que facilita la absorción de la toxina. Se deben retirar con unas pinzas los restos de tentáculos que puedan quedar adheridos. No se debe frotar la zona afectada ni con arena ni con la toalla. La aplicación de hielo, puede aliviar, pero hay que tener la precaución de hacerlo con una bolsa de plástico para evitar el contacto con agua dulce. Soluciones tópicas de bicarbonato de sodio y sobre todo de lidocaína parece que sirven para evitar la descarga de más toxina por las células (nematocistos) de sus tentáculos. Además, la lidocaína, al ser anestésico, nos puede ayudar a mejorar el control del dolor Aunque se ha defendido en algunas publicaciones el uso del vinagre en este tipo de picaduras6, se ha demostrado mediante microfotografía que la adición de esta sustancia al tentáculo de la Physalia physalis provoca una descarga del nematocisto, por lo que el uso de vinagre parece contraindicado. Ante la existencia de afectación sistémica, la prioridad es sacar al paciente del agua y asegurar vía aérea (A), ventilación (B) y circulación (C).

Forman parte del ecosistema,tenemos que aprender a convivir con ellas

SI LAS VES NO LAS TOQUES

Jorge Juan Rueda
Biólogo

 

  1. http://www.csalud.junta-andalucia.es/salud/ZHD/medusas/Organos_de_defensa_y_captura_de_presas.pdf
  2. https://www.medusas.org/
  3. http://www.mapama.gob.es/es/costas/campanas/campana-medusas/tipos_medusas.aspx
  4. Prieto, L. et al. Buque de guerra portugués (Physalia physalis ) en el Mediterráneo: ¿una invasión permanente o una apariencia casual? Sci. Rep. 5 , 11545; doi: 10.1038 / srep11545 (2015).
  5. Miriam Martínez Ramírez, María Emilia Villena Zálvez, Inmaculada Marín Jara, Josefina Monedero La Orden Picadura por Carabela Portuguesa, una “medusa” algo especial .Rev Clin Med Fam vol.3 no.2 Albacete jun. 2010