En las últimas décadas se ha incrementado el número de sustancias químicas a las que la población general se halla expuesta, tanto las ya conocidas como otras novedosas o emergentes, de las que se dispone de poca información sobre sus posibles efectos adversos en la salud.

 

Nos encontramos ante un escenario complejo con exposiciones a mezclas de contaminantes procedentes de muy diversas fuentes: los alimentos y bebidas (pueden contener sustancias o residuos de ellas procedentes de la contaminación ambiental, o por transferirse desde envases y utensilios de cocina), exposiciones ambientales y en el hogar (humo de tabaco, productos de limpieza, ambientadores, plaguicidas, sustancias ignífugas, aire contaminado del exterior), productos de consumo (productos de higiene y cosméticos, entre otros) o procedentes de la exposiciones a sustancias químicas en el trabajo.

Esta Jornada online del Observatorio de Salud y Medio Ambiente de Andalucía (OSMAN), se celebró el pasado día 22 de noviembre. 

La bienvenida corrió a cargo de Jose Mª de Torres Medina, Director General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, junto a Blanca Fernández-Capel Baños, Directora-gerente de la Escuela Andaluza de Salud Pública.

A continuación, Marina Lacasaña, Directora del OSMAN, realizó una introducción sobre las actividades del mismo y posteriormente, presentó las Jornadas y a los ponentes: Antonio Hernández Jerez, Catedrático del Departamento de Toxicología, Nicolás Olea Serrano, Catedrático del Departamento de Radiología y Medicina Física, ambos de la Universidad de Granada y Argelia Castaño Calvo, Directora del Centro Nacional de Sanidad Ambiental, Instituto de Salud Carlos III.

 

PONENCIAS

Evaluación de riesgos de plaguicidas en el ámbito de la Unión Europea – Antonio Hernández Jerez

Esta ponencia presentó el proceso de evaluación de riesgos de los plaguicidas de uso agrícola (fitosanitarios) en la Unión Europea (UE). Al tratarse de sustancias reguladas que se añaden intencionalmente a alimentos o cultivos vegetales, requieren de una aprobación previa. Este proceso conlleva la elaboración de un dossier toxicológico que incluye todos los estudios toxicológicos realizados, el cual es remitido a las autoridades reguladoras. A partir de ese momento empieza un proceso de evaluación que consta de varias fases que se detallaron en la ponencia. Asimismo, se abordó los límites máximos de residuos de plaguicidas en alimentos, cómo se fijan, las consecuencias de su superación y el resultado de los últimos programas anuales de monitorización de residuos en alimentos llevados en cabo en la UE. Finalmente se planteó el tema sobre el uso sostenible de plaguicidas.

En las dos últimas décadas se ha reducido el número de sustancias activas autorizadas en la UE debido a las exigencias de la normativa comunitaria, lo que ha supuesto la salida del mercado comunitario de las más tóxicas. El Reglamento 1107/2009 pretende asegurar un alto grado de protección de la salud humana, animal y del medio ambiente. El Reglamento 396/2005 regula los límites máximos de residuos de plaguicidas en alimentos de origen vegetal y animal y los armoniza en todos los países europeos, garantizando la protección de todos los consumidores de la UE, incluyendo los más vulnerables. La Directiva 2009/128/EC que establece el marco para el uso sostenible de los plaguicidas y el Reglamento 283/2013 que contiene los datos requeridos y que debe incluir el dossier toxicológico remitido por la industria solicitante en relación a una nueva sustancia activa o la renovación de otra existente en el mercado. Este reglamento abarca aspectos relativos a la toxicocinética, toxicidad aguda, genotoxicidad, irritación cutánea y ocular, toxicidad reproductiva, carcinogénesis, etc.). Así mismo, se expuso el procedimiento de aprobación de una sustancia activa en la UE. También se hizo referencia a la reciente estrategia europea de sostenibilidad de sustancias químicas, que representa un primer paso para el objetivo de contaminación cero.

El uso de plaguicidas tiene por objetivo combatir plagas que originan enfermedades en plantas con objeto de incrementar la productividad agrícola. Actualmente, debido a la regulación europea, hay una mayor protección de la salud respecto al uso de plaguicidas, aunque su uso inapropiado sin observar buenas prácticas agrícolas, presenta riesgos para la salud humana y ambiental.

La evaluación de riesgos basada en los programas de monitorización de residuos de plaguicidas en la UE indica que hay protección de la salud de los consumidores. Sin embargo, el establecimiento de medidas de gestión integrada de plagas es necesario para reducir el uso de plaguicidas químicos, o reemplazarlos por otras alternativas no químicas, y hacer un uso sostenible de los mismos sin perjudicar la producción agrícola. Esto permitirá optimizar la producción de alimentos y disminuir los riesgos para la salud humana y ambiental.

 

Componentes de los plásticos y efectos sobre la salud humana – Nicolás Olea Serrano

La presentación se basó fundamentalmente en los siguientes aspectos:

  1. Los plásticos son compuestos químicos orgánicos derivados del petróleo, por lo que son dependientes de la guerra sucia de los combustibles fósiles
  2. Los plásticos son persistentes y muy difícil degradación.
  3. Los plásticos contienen compuestos químicos –bisfenol-A, ftalatos, polibromados, perfluorados…-tóxicos para tu salud
  4. La gestión de los residuos de los plásticos es pésima y solo atañe a un limitadísimo sector del envase alimentario, el resto –construcción, transporte, electrónica. apenas está desarrollado
  5. Los plásticos se rompen en fragmentos que lo han invadido todo y están en la placenta de las madres, el intestino de los hijos y la tripa de cualquier animal marino.

 

Estuvo centrada en los efectos en salud de los plásticos, haciendo hincapié en la multitud de ámbitos de la vida diaria en los que se usan: desde recipientes para alimentos hasta ropa. La cantidad de basura plástica que se genera es ingente, tanto que ya hay estratos geológicos con componentes plásticos, subrayando que estamos en una nueva era geológica, el Antropoceno, caracterizada por la huella e impacto de los seres humanos sobre el medio ambiente. Es necesaria la producción y consumo de alimentos de manera controlada como instrumento más eficaz para optimizar la salud humana y la sostenibilidad medioambiental. Expuso el ejemplo publicado en The Lancet en 2019 sobre la dedicación al cultivo de soja destinados a satisfacer la demanda del ganado productor de carne roja consumida en países desarrollados.

El Pacto Verde europeo ratificado en enero 2020 supuso un gran cambio en las reglas de juego (biodiversidad, energía, transporte, etc.) pero la pandemia de COVID-19 supuso un parón en estas propuestas e intenciones, además de un gran incremento del consumo de plástico.

Destacó que no todos los plásticos se pueden reciclar, además de que en su composición pueden presentar contaminantes químicos tóxicos. Asimismo, se señaló las consecuencias de la mala gestión de los plásticos son su presencia en el medio ambiente. Su extenso uso en recipientes alimentarios, ropa, incluso su presencia en el aire debido al desgaste de las ruedas de los coches, por ejemplo, hace que se encuentren residuos de sustancias utilizadas en la fabricación de plásticos en diferentes órganos en los seres vivos, incluidos los humanos, como el colón, la placenta, entre otros. Lo cual supone un importante riesgo para la salud debido a la toxicidad y actividad como disruptores endocrinos de estas sustancias, tales como: bisfenoles, ftalatos, retardantes de llama bromados y organofosforados, perfluorados, parabenos y siliconas, filtros UV como benzofenonas, canfenos, y cinamatos, alquilfenoles y metales: Cd, Hg, Pb…).

La regulación al respecto es precaria. Destacó que aunque algunos estudios de biomonitorización en humanos muestran que las concentraciones de estos compuestos en fluidos biológicos no superan los límites de referencia establecidos por las agencias internacionales, no se conoce el efecto conjunto que pueda tener la exposición a mezclas de estas sustancias

El uso de plásticos es una fuente importante de exposición a contaminantes tóxicos y el que una sustancia esté autorizada no significa que sea segura.

 

HBM4EU: la iniciativa europea de biomonitorización humana, una historia de éxito – Argelia Castaño Calvo

En esta ponencia se presentaron los aspectos más relevantes de la Iniciativa Europea de Biomonitorización Humana.

Los estudios de Biomonitorización Humana (HBM), basados en la medida de contaminantes y/o sus metabolitos en sangre, orina u otras matrices humanas, son herramientas de gran utilidad en salud pública. Los datos obtenidos en los estudios de HBM permiten conocer el grado de exposición de la población general, estudiar tendencias temporales y geográficas, identificar y eliminar posibles fuentes de exposición, estudiar la relación causa-efecto entre contaminantes y salud e identificar grupos de población más vulnerables. Esta información es clave para fijar prioridades en investigación y comprobar la efectividad de las políticas de reducción de la exposición de la población a contaminantes.

La necesidad de armonización de resultados de exposición de la población europea a determinados compuestos y sus mezclas, así como sobre los efectos en nuestra salud, llevó al planteamiento de la Iniciativa Europea de Biomonitorización Humana (HBM4EU) dentro del Programa Horizonte 2020 como EJP (European Joint Programme). HBM4EU se inició enero de 2017 con una duración de 5 años. En ella participan más de 100 instituciones pertenecientes a 28 países europeos (www.hbm4eu.eu), entre ellos La Escuela Andaluza de Salud Pública

Prácticamente en la fase final, la iniciativa HBM4EU puede calificarse como una historia de éxito cumpliendo gran parte las expectativas planteadas y proporcionando a los responsables de la formulación de políticas herramientas y datos comparables y validados sobre la exposición a sustancias químicas e información sobre los impactos en salud asociados a nivel de la UE. El enfoque inclusivo, en el que se han integrado responsables de las políticas a nivel nacional, y de agencias comunitarias y de la Comisión Europea, combinado con la integración de HBM y la investigación en salud ambiental, mejorará la sostenibilidad de la iniciativa y ampliará los impactos de los resultados.

Se ha incluido además en esta iniciativa, la creación y/o promoción de nodos nacionales de biomonitorización humana que coordinarán la comunicación entre los responsables de la formulación de políticas nacionales, a la comunidad científica, sector privado, sociedades profesionales, ONGs entre otros. En el caso de España el Instituto de Salud Carlos III a través del Centro Nacional de Sanidad Ambiental es el responsable de impulsar la creación del Nodo Nacional de Biomonitorización Humana.

 

Los principales objetivos de la Iniciativa Europea de Biomonitorización Humanas son:

  • Tender un puente entre la ciencia y la política
  • Seguimiento de la eficacia de las políticas existentes
  • Mejorar la evaluación del riesgo químico
  • Generar evidencia sobre la exposición humana a sustancias químicas
  • Comprender los impactos en la salud
  • Proporcionar la evidencia a través de centros de conocimiento
  • Facilitar datos de biovigilancia humana a través de IPCHEM

 

En el marco del HBM4EU se llevó a cabo un proceso de priorización de sustancias químicas que deben ser analizadas en muestras biológicas de la población europea (https://www.hbm4eu.eu/hbm4eu-substances/hbm4eu-priority-substances), en un complejo proceso de varias rondas, la última de las cuales servirá de base para el proyecto europeo  continuación del HBM4EU, titulado Partnership for the Assessment of Risk from Chemicals (PARC)

La comunicación a la ciudadanía ha supuesto una parte muy importante de este proyecto, y la información sobre cada sustancia estudiada se encuentra disponible para consulta en la web HBM4EU (www.hbm4eu.eu). Así mismo, se han obtenido valores guías de referencia de las sustancias estudiadas y se ha contribuido a procedimientos de agencias como la ECHA (European Chemicals Agency), EFSA (European Food Safety Agency), la Comisión Europea y el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas (UNEP). En la página web del proyecto se pueden visualizar los resultados de los estudios utilizando los filtros provistos.

Como legado del proyecto destaca la interacción entre ciencia y política, las redes y comunidades establecidas, el conocimiento y la innovación generados, y la infraestructura de la plataforma europea. El futuro y sostenibilidad de la plataforma dependerá de la creación de nodos nacionales de biomonitorización humana. En España, la esperanza está en el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente que lleva como línea de intervención el establecimiento del nodo nacional de biomonitorización humana. https://www.sanidad.gob.es/ciudadanos/pesma/home.htm

 

Acceso a las Jornadas:

  • Bienvenida: Jose Mª de Torres Medina. Director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, Consejería de Salud y Familias, y Blanca Fernández-Capel Baños, directora-gerente de la Escuela Andaluza de Salud Pública.
  • Presentación: Marina Lacasaña Navarro, directora del OSMAN.

Ver vídeo de bienvenida y presentación“.

  • Antonio Hernández Jerez, Catedrático del Departamento de Toxicología, Universidad de Granada: “Evaluación de riesgos de plaguicidas en el ámbito de la Unión Europea“. Ponencia no disponible.
  • Nicolás Olea Serrano, Catedrático del Departamento de Radiología y Medicina Física, Universidad de Granada; “Componentes de los plásticos y efectos sobre la salud humana“. “Ver ponencia
  • Argelia Castaño Calvo, Directora del Centro Nacional de Sanidad Ambiental, Instituto de Salud Carlos III. “HBM4EU: la iniciativa europea de biomonitorización humana, una historia de éxito“. “Ver ponencia
  • Debate y preguntas. “Ver vídeo