El virus del Nilo Occidental es el arbovirus más extendido geográficamente en el mundo. La identificación de los vínculos entre las variables ambientales y su circulación es el principal reto a la hora de abordar la cartografía predictiva del riesgo.
Comentario del artículo: “Virus del Nilo Occidental en España: Pronóstico de la distribución geográfica de áreas de riesgo con un enfoque de modelización de nicho ecológico»
¿Qué se sabe sobre el tema?
El Virus del Nilo Occidental (WNV), es un virus emergente transmitido por vectores (arbovirus o arthropod-borne-virus). Su ciclo de vida es zoonótico, siendo su principal reservorio las aves, y los vectores de transmisión son varias especies de mosquitos ornitofílicos (que pican a las aves). Su transmisión es difícil de predecir y aún más difícil para prevenir.
El virus del Nilo Occidental provoca una enfermedad neurológica conocida como “Fiebre del virus del Nilo Occidental”. La mayoría de las infecciones por WNV en humanos son asintomáticas (80%), alrededor del 20 % de las infecciones por WNV en humanos pueden causar fiebre del virus del Nilo Occidental. Menos del 1% puede causar enfermedad neuro-invasiva del Nilo Occidental y de forma muy rara puede ocasionar el síndrome de Guillain-Barré y otras neuropatías desmielinizantes. Los síntomas de la enfermedad neuro-invasiva del Nilo Occidental están relacionados con el sistema nervioso central: meningitis, encefalitis y parálisis flácida aguda o una combinación de los tres (1-6). La gravedad de los síntomas varía desde una enfermedad autolimitada leve de la que los pacientes se recuperan en una semana hasta una enfermedad debilitante prolongada que puede durar meses. Dado que el 80% de los casos en humanos son asintomáticos, la tasa de infección es desconocida y sólo se declara cuando existen grandes brotes epidémicos con casos de gravedad, como el sucedido en España durante el año 2020, con casos de forma masiva de enfermedad provocada por este virus, tanto en seres humanos como en caballos.
La aparición del WNV es difícil de predecir y aún más difícil de prevenir. El uso de modelos de nicho ecológico (ENM) para entender y predecir los brotes de enfermedades ha surgido en los últimos años, y se está convirtiendo rápidamente en el método de referencia para la cartografía de riesgo de enfermedades (7).
¿Qué añade este estudio a la literatura disponible?
Este estudio aborda la situación del virus del Nilo Occidental en España desde una perspectiva de los nichos ecológicos que definen su circulación y la presencia de sus principales vectores. Para ello usan técnicas de modelado de nicho ecológico, introduciendo las condiciones climáticas adecuadas para la circulación y ocurrencia de brotes del virus, así como para la presencia de sus principales vectores Culex pipiens y Culex perexiguus, las especies de mosquito posiblemente responsable de la situación epidémica sin precedentes en 2020. El uso conjunto de registros de ocurrencia de los vectores y de los brotes epidemiológicos, permite definir los nichos ecológicos y, por tanto, la identificación de las áreas con riesgo de transmisión.
Los resultados del estudio apuntan a un riesgo de transmisión moderado en zonas próximas a la costa atlántica sur del Golfo de Cádiz y la costa mediterránea, y un riesgo alto en las cuencas del Guadiana y Guadalquivir (que podría atribuirse a la presencia de Culex perexiguus). Este análisis integrado sugiere que el virus del Nilo Occidental presenta un nicho ecológico propio, que no se superpone completamente con los de sus anfitriones o vectores.
¿Cuáles son las implicaciones de los resultados obtenidos?
Durante 2020, como bien recoge el artículo, se produjo un brote de fiebre del Nilo Occidental en Andalucía y también se produjeron casos en 2021. Es por tanto esencial avanzar en el conocimiento de la distribución del virus, anfitriones y vectores para una adecuada identificación de zonas de mayor riesgo de transmisión, evaluación del riesgo e implementación de medidas integradas de gestión. Tanto los resultados del estudio como la metodología utilizada son de gran interés y aplicabilidad en Andalucía.
Referencias
- Sambri V, Capobianchi M, Charrel R, Fyodorova M, Gaibani P, Gould E, et al. West Nile virus in Europe: emergence, epidemiology, diagnosis, treatment, and prevention. Clin Microbiol Infect. 2013 Aug;19(8):699-704.
- Petersen LR, Brault AC, Nasci RS. West Nile virus: review of the literature. 2013 Jul 17;310(3):308-15.
- Sejvar JJ, Curns AT, Welburg L, Jones JF, Lundgren LM, Capuron L, et al. Neurocognitive and functional outcomes in persons recovering from West Nile virus illness. J Neuropsychol. 2008 Sep;2(Pt 2):477-99.
- Sejvar JJ, Haddad MB, Tierney BC, Campbell GL, Marfin AA, Van Gerpen JA, et al. Neurologic manifestations and outcome of West Nile virus infection. JAMA. 2003 Jul 23;290(4):511-5.
- Montgomery RR. Age-related alterations in immune responses to West Nile virus infection. Clin Exp Immunol. 2017 Jan;187(1):26-34.
- Factsheet about West Nile virus infection [Internet]. Available from: https://www.ecdc.europa.eu/en/west-nile-fever/facts
- An ecological framework for modeling the geography of disease transmission. Trends in Ecology & Evolution 2019, 34(7), 655–668 , , & .