Las doctoras Diana Rodríguez Rodríguez y Elena Jiménez Martínez, recopilan en un artículo publicado en TheConversation.com, los posibles impactos sobre el medio ambiente y la salud de las emisiones volcánicas.
La nube de humo del volcán contiene contaminantes tales como el dióxido de azufre (SO₂), los Hidrocarburos policíclicos aromáticos (HAP), y las partículas en suspensión.
A corto plazo un erupción volcánica supone la emisión de columnas de humo y cenizas que cubren terreno e infraestructuras circundantes, olor a azufre, dificultad para respirar, etc.
A medio y largo plazo, se podría producir lluvia ácida, incluso en zonas remotas y los efectos sobre la salud dependen de la concentración que alcancen los contaminantes y de cuánto tiempo se esté expuesto a ellos.
Por ello son de vital importancia tanto el seguimiento de las emisiones como los modelos de predicción como los que realiza la Agencia Estatal de meteorología (AEMET).