Univisión ha publicado recientemente un artículo revelando los resultados de un estudio que pone de manifiesto la importancia del ambiente donde crecen los niños. Este estudio, a través del seguimiento de 500 mujeres filipinas embarazadas con distintos estilos de vida, concluye que el estatus socio-económico, la ausencia prolongada de los padres, la duración de la lactancia y la exposición a microbios durante la infancia tienen un impacto sobre la salud.
Los investigadores de la Universidad de Northwestern ‘capitaneados’ por Thom McDade en este estudio, midieron los niveles de metilación de estas personas a sus 21 años y el estado de las proteínas relacionadas con la inflamación. Estas pruebas fueron cruzadas con datos relacionados con el ambiente en el que se criaron obteniendo el resultado del efecto en su material genético.
Según McDade los niveles de proteína en edad adulta de los jóvenes se había modificado por situaciones físicas, sociales y mentales durante la niñez probablemente por causa de la metilación del ADN y, por tanto, las vivencias de niños o niñas pueden afectar a que haya más propensión a ciertas enfermedades de adulto.