Baskut Tuncak, relator especial que forma parte del mayor órgano de expertos independientes en el sistema de la ONU para los Derechos Humanos, ha explicado el pasado 24 de octubre de 2019 en la Asamblea General de Naciones Unidas la advertencia de extinción del ser humano como consecuencia a la exposición incesante a la contaminación y otras fuentes de sustancias tóxicas, siendo una amenaza para los derechos humanos al agua potable, la alimentación y la vivienda adecuadas, el aire limpio, un medio ambiente sano y un trabajo seguro y saludable, incluido el derecho a la salud reproductiva, afectando particularmente a la infancia y otros grupos susceptibles.

Explica que la disminución de la fertilidad, incluida la disminución de la calidad y cantidad de esperma, así como un sinfín de enfermedades y discapacidades, son consecuencia de la exposición tóxica que persiste y podría evitarse, porque los Estados no han priorizado realmente la prevención cuando realmente tienen obligaciones vinculantes de derechos humanos de tomar medidas activas para evitar la exposición a sustancias nocivas.

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