La salud de los europeos se está viendo amenazada por las olas de calor relacionadas con el clima. Estas son responsables de numerosas muertes y enfermedades, y seguirán en aumento si no se establecen más medidas de adaptación y mitigación al cambio climático. Los planes de acción al calor y salud, la ecologización urbana, un mejor diseño de edificios y el ajuste de los horarios de trabajo pueden contribuir a proteger mejor a los grupos más vulnerables de la sociedad1.

Cada vez es más necesario abordar los impactos del cambio climático en la salud humana, pero se necesita también planificación para la acción y mejorar la conciencia entre la salud pública y los profesionales de la salud para hacer que la población europea sea más resiliente.

El informe publicado por la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA), que se basa en el conocimiento desarrollado por el Observatorio Europeo del Clima y la Salud, llamado “El cambio climático como amenaza para la salud y el bienestar en Europa: foco en el calor y las enfermedades infecciosas”, se centra en el impacto que las altas temperaturas están teniendo en la población, lo que provoca el mayor número de muertes asociadas con peligros naturales en Europa.

Y es que, debido al cambio climático, se prevé que las muertes debidas al calor aumenten considerablemente y que las enfermedades infecciosas sensibles al clima se extiendan aún más hacia el norte y causen una mayor carga de morbilidad en Europa, a menos que se tomen medidas de adaptación.

Este informe ofrece acceso a datos, herramientas, publicaciones y otros recursos relevantes que informan sobre los impactos del cambio climático en la salud humana.

En el informe se hace hincapié sobre cómo actuar para proteger a los colectivos vulnerables ante las olas de calor, ya que, junto con el envejecimiento de la población y la creciente urbanización, hacen que las poblaciones más vulnerables estén expuestas a las altas temperaturas, especialmente en el sur y el centro de Europa. Por ello se pide que colegios y hospitales ubicados en zonas de islas de calor adapten sus instalaciones mediante planes de acción efectivos.

Por otro lado, las condiciones climáticas cambiantes hacen que aparezcan y se transmitan enfermedades infecciosas sensibles al clima, como la malaria, el dengue o la fiebre del Nilo Occidental, lo que también amplía el riesgo de transmisión a áreas de Europa que antes no estaban afectadas, como las regiones del norte. Además, las personas que trabajan en la agricultura, la silvicultura o los servicios de emergencia pueden correr un mayor riesgo de contraer una de estas enfermedades, al igual que ancianos, niños pequeños y personas con sistemas inmunológicos comprometidos, pueden sufrir más si contraen una enfermedad.

Por eso, la prevención, la coordinación, el monitoreo y la vigilancia de las amenazas relacionadas con el clima es una medida crucial y eficaz, ya que acciones rápidas, bien organizadas y efectivas como parte de los planes de acción de salud relacionados con el calor, brindan información adecuada al público y pueden reducir el riesgo de transmisión de enfermedades.

1 https://www.eea.europa.eu/publications/climate-change-impacts-on-health

 

 

Amor Escoz Roldán. Técnica Superior en Salud Ambiental, Ambientóloga, Educadora Ambiental y Doctora en Ciencias de la Educación.