50 millones de toneladas de desechos electrónicos se tiran anualmente según un informe de 2019 de las Naciones Unidas, lo que representa una grave amenaza para el medio ambiente y la salud humana en todo el mundo.
En basureros de países en desarrollo como Kenia, se acumulan estos desechos donde cientos de habitantes de barrios marginales hurgan en un ambiente peligroso para tratar de sobrevivir ganando unos 2-4 euros por día. Estos desechos electrónicos no son eliminados de forma adecuada reciclándose legalmente, por lo que acaban en los vertederos.
Un vertedero es una montaña de basura que se quema constantemente. Los vapores ácidos del azufre, el plomo y otros metales pesados no solo causan una grave contaminación del aire y lluvia ácida, sino que los vapores nocivos también afectan el sistema respiratorio de los habitantes. Los niños son más vulnerables a la contaminación del aire debido a sus pulmones débiles y su estructura corporal sensible.
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