Los expertos en salud sostienen que las partículas de humo provenientes de los incendios pueden agravar afecciones como el asma e incluso desencadenar ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares e, incluso, algunos señalan que puede ser equivalente a fumar varios cigarrillos al día.

El director médico del Instituto Australiano de Deportes, David Hughes, en el contexto de los devastadores incendios que están asolando Australia, ha declarado a ABC News que la clave del efecto nocivo para la salud de respirar el humo de los incendios es su concentración de partículas, particularmente las PM 2.5 (partículas tóxicas muy pequeñas que pueden llegar fácilmente a nuestros pulmones mientras respiramos). Aclara también que, en términos generales, el humo de la quema, aunque no es bueno para nuestra salud, es menos dañino que la contaminación industrial o de los cigarrillos, y que el periodo de exposición también es determinante, siendo el efecto en la salud de los incendios más efímero.

Sotiris Vardoulakis, profesor de Salud Ambiental Global en la Universidad Nacional Australiana, señala por el contrario que el humo de los incendios forestales contiene también ciertos productos químicos, que, aunque diferentes a los de combustiones en vehículos e industria, también pueden afectar a la salud.

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