La menopausia es un marcador de salud y puede relacionarse tanto con patologías fisiológicas como mentales. De hecho, a edades tardías, este fenómeno natural se ha asociado con la supervivencia general, la esperanza de vida y la reducción de la mortalidad.
Por primera vez, un estudio liderado conjuntamente por la Universidad de Bergen (Noruega) y el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por ”La Caixa”, apunta que vivir en vecindarios con más zonas verdes podría retrasar la menopausia 1,4 años. Este es otro de los muchos beneficios que estos espacios urbanos aportan para la salud y que han de tenerse en cuenta para una adecuada gestión urbanística.
Publicada en la revista Environment International, la investigación se basa en los datos de 1.955 mujeres participantes en el Estudio Europeo de Salud Respiratoria (ECRHS, por sus siglas en inglés) y pertenecientes a nueve países distintos (España, Francia, Alemania, Bélgica, Reino Unido, Suecia, Estonia, Islandia y Noruega). Durante más de veinte años, las participantes respondieron a varios cuestionarios sobre sus hábitos de vida y su estado de salud, se sometieron a análisis de sangre y recibieron un seguimiento sobre la cantidad de vegetación alrededor de sus hogares.