La Fiebre del Nilo Occidental (FNO) es un infección causada por cepas del West Nile Virus, transmitidas por mosquitos, sobre todo del género Culex. Las aves pueden actuar como reservorio intermedio del virus, participando en el ciclo de transmisión mosquito-ave-mosquito. Los équidos y los humanos se consideran huéspedes finales del virus: no pueden transmitirlo, pero pueden infectarse, y padecer los signos y síntomas de la enfermedad.

Se trata de una enfermedad de elevada transcendencia epidemiológica en nuestro entorno. Desde mitad de los años ’90  la OMS considera la FNO como enfermedad reemergente en Europa, a raíz de diversos brotes ocurridos en países próximos a la cuenca mediterránea.

España se considera un país con transmisión endémica del virus, debido a que reúne unas condiciones favorables para su mantenimiento y circulación.  Las poblaciones de aves de nuestro entorno tienen una circulación establecida del virus y la densidad de mosquitos potencialmente vectores con hábitos antropófilos es media-alta.

Recientemente, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha publicado el Informe “Actualización de la situación epidemiológica de la Fiebre del Nilo Occidental en España”, en el marco del Plan nacional de vigilancia frente a la FNO. Este Plan se elaboró por primera vez en 2007 y contempla la vigilancia del virus en aves, équidos y mosquitos.  Los resultados de estas actividades de vigilancia tienen importantes repercusiones en Salud Pública puesto que la detección de un aumento de la circulación del virus en estas especies puede puede ser la señal previa a la aparición de un aumento de casos en humanos.

Por otro lado, la vigilancia de casos de FNO en humanos, está a cargo de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica y el  Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES).

En el año 2020 Andalucía fue el epicentro del mayor brote de FNO registrado en nuestro país, con 71 casos humanos  detectado en la provincia de Sevilla, 14 en la de Cádiz y 6 casos la de Bajadoz, Extremadura. Esta situación ha evidenciado la necesidad de intensificar las actividades de vigilancia y prevención de la enfermedad en nuestro entorno.

Según el último Informe de Actualización, realizado con los resultados obtenido mediante sistemas de vigilancia tanto activa como pasiva, en el año 2020 se notificaron 139 focos en équidos y 12 en aves silvestres. En el año 2021 los nuevos casos fueron 11 en équidos y 12 en aves. Desde comienzos del año 2022 aún no han sido confirmados nuevos focos de FNO en España. Sin embargo, dado el carácter estacional de la enfermedad, que coincide con la época de actividad del mosquito, la época de mayor riesgo para la circulación del virus será durante los próximos meses de primavera y verano.

Además, se alerta de que el virus no necesitará de nuevas introducciones desde otros territorios para producir nuevos brotes, dado que se mantiene la circulación de forma endémica en la península ibérica, así como las condiciones climáticas idóneas para su transmisión. Por lo tanto, de cara a los próximos meses, es prioritario seguir reforzando los programas de vigilancia de esta enfermedad en nuestro entorno, tanto en humanos como en équido, aves y mosquitos.

Para más información sobre la FNO y acceder al Informe de Actualización completo, se puede consultar el siguiente enlace:

https://www.mapa.gob.es/es/ganaderia/temas/sanidad-animal-higiene-ganadera/sanidad-animal/enfermedades/fiebre-nilo-occidental/F_O_Nilo.aspx

Roberta Causa. Especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública.