Los riesgos ambientales pueden afectar de manera más acusada a los niños y niñas (1). Debido a su menor altura física, respiran aire más cerca del suelo donde se emiten y concentran algunos contaminantes, especialmente del tráfico rodado. Su dosis adquirida de contaminación también es elevada, ya que respiran más rápido y, a menudo, son más activos físicamente (2). Además, el cuerpo y órganos de los niños y niñas, incluidos sus pulmones,  están todavía en desarrollo y esto hace que aumente  más el riesgo (3). Por otro lado, sus sistemas inmunológicos están en desarrollo y, por tanto, son más débiles que los de los adultos, por lo que la contaminación les provoca mayores efectos (4).

 

¿Cómo afecta la contaminación del aire a los niños y niñas?

Antes del nacimiento, la contaminación del aire ambiental aumenta el riesgo de que los bebés sean más pequeños durante el embarazo (5) tengan bajo peso al nacer (6), e incluso un mayor riesgo de parto prematuro (7). Después del nacimiento, la contaminación del aire ambiental aumenta el riesgo de infecciones respiratorias, incluidas infecciones agudas de las vías respiratorias inferiores, neumonía, infecciones de las vías respiratorias superiores y otitis media (8). La exposición a corto plazo a la contaminación del aire también puede exacerbar las alergias, incluida la rinitis alérgica, el eccema y la conjuntivitis (9). Por otro lado, la función pulmonar y el desarrollo pulmonar de los más pequeños también se ven afectados por la contaminación del aire ambiental, especialmente por el ozono (O3) y el dióxido de nitrógeno (NO2) a corto plazo, y por las partículas finas (PM2,5 ) a largo plazo. Este efecto se puede ver tanto en niños y niñas sanos como en los que tienen asma, que puede agravarse por la contaminación (10). Cada vez hay más pruebas de que la contaminación del aire afecta también el desarrollo cerebral, contribuye al deterioro cognitivo y puede desempeñar un papel en el desarrollo de algunos tipos de trastornos del espectro autista (11).

 

¿Cómo reducir la exposición de los niños y niñas a la contaminación del aire?

Es importante tener en cuenta algunas consideraciones a la hora de proteger a los niños y niñas frente a la contaminación del aire, y es que, los niños no pueden decidir dónde vivir y generalmente no pueden interpretar o actuar sobre datos de calidad del aire o señales de contaminación del aire de estas zonas. Por otro lado, son particularmente vulnerables y sufrirán las consecuencias de la contaminación del aire actual en el futuro, sin embargo, pueden hacer muy poco al respecto. Las políticas ambientales no los han tenido plenamente en cuenta, porque la mayoría de los datos utilizados para diseñar esas políticas procedían de estudios sobre adultos y, además, no pueden influir directamente en estas políticas, ya que no tienen voto.

Algunas buenas prácticas, por tanto, para reducir la exposición de los más pequeños a la contaminación del aire pueden ser, por ejemplo, instalar zonas de aire limpio alrededor de las escuelas (zonas verdes), emplazamiento de nuevas escuelas y nuevos modos de transporte, diseñar escuelas lejos del tráfico rodado, prohibir fumar en el entorno de las escuelas o centros, entre otras.

Para asegurar que las políticas e intervenciones de contaminación del aire protejan adecuadamente a los niños y niñas, es importante que se reconozca e integre explícitamente las diferentes exposiciones y el riesgo para estos. Además, las decisiones y políticas sobre la contaminación del aire deberían basarse en evaluaciones de riesgos específicas para la salud, al mismo tiempo que se establece un marco claro para protegerlos del aire contaminado en los lugares y entornos en los que corren mayor riesgo, incluso antes de nacer. Por último, sería interesante hacer partícipes a los grupos e instituciones involucrados en el cuidado infantil, la educación y la salud, así como alentar la participación de las madres, padres y/o cuidadores para promover la aceptación y fomentar el éxito de dichas políticas. (12)

 

Referencias:

  1. EEA and WHO Europe et al. (eds.), 2003, Children’s health and environment: a review of evidence, Environmental Issue Report No 29/2002, European Environment Agency and World Health Organization Regional Office for Europe
  2. Osborne, S., et al., 2021, ‘Air quality around schools: Part I — A comprehensive literature review across high-income countries’, Environmental Research 196, 110817 (DOI: 10.1016/j.envres.2021.110817).
  3. Chen, Z., et al., 2015, ‘Chronic effects of air pollution on respiratory health in Southern California children: findings from the Southern California Children’s Health Study’, Journal of Thoracic Disease 7(1), pp. 46-58 (DOI: 10.3978/j.issn.2072-1439.2014.12.20).
  4. WHO, 2018, Air pollution and child health: prescribing clean air, World Health Organization (https://www.who.int/publications/i/item/WHO-CED-PHE-18-01) accessed 5 April 2023.
  5. Pun, V. C., et al., 2021, ‘Ambient and household air pollution on early-life determinants of stunting — a systematic review and meta-analysis’, Environmental Science and Pollution Research International 28(21), pp. 26404-26412 (DOI: 10.1007/s11356-021-13719-7).
  6. Yan, W., et al., 2020, ‘The impact of prenatal exposure to PM2.5 on childhood asthma and wheezing: a meta-analysis of observational studies’, Environmental Science and Pollution Research Int 27(23), pp. 29280-29290 (DOI: 10.1007/s11356-020-09014-6).
  7. Nyadanu, S. D., et al., 2022, ‘Prenatal exposure to ambient air pollution and adverse birth outcomes: an umbrella review of 36 systematic reviews and meta-analyses’, Environmental Pollution306, 119465 (DOI: 10.1016/j.envpol.2022.119465).
  8. Mehta, S., et al., 2013, ‘Ambient particulate air pollution and acute lower respiratory infections: a systematic review and implications for estimating the global burden of disease’, Air Quality, Atmosphere & Health 6(1), pp. 69-83 (DOI: 10.1007/s11869-011-0146-3).
  9. US EPA, 2015, Integrated science assessment (ISA) for nitrogen dioxide — health criteria, United States Environmental Protection Agency
  10. Holm, S. M. and Balmes, J. R., 2022, ‘Systematic review of ozone effects on human lung function, 2013 through 2020’, Chest 161(1), pp. 190-201 (DOI: 10.1016/j.chest.2021.07.2170).
  11. Lin, L. Z., et al., 2022, ‘The epidemiological evidence linking exposure to ambient particulate matter with neurodevelopmental disorders: a systematic review and meta-analysis’, Environmental Research 209, 112876 (DOI: 10.1016/j.envres.2022.112876).
  12. European Environment Agency. Air pollution and children’s health. https://www.eea.europa.eu/publications/air-pollution-and-childrens-health

 

 

Amor Escoz Roldán
Técnica Superior en Salud Ambiental,
Ambientóloga, Educadora Ambiental y Doctora en Ciencias de la Educación.