Un equipo de científicos de EE UU ha observado en la ciudad de Los Ángeles que las emisiones procedentes de productos usados habitualmente en el hogar ya contribuyen tanto a la contaminación del aire urbano como las emisiones de los coches. Aunque el estudio, del que informa El País, se ha realizado en la capital del cine, los autores creen que se puede extrapolar a otros países industrializados. La clave de la nueva contaminación son los compuestos orgánicos volátiles, unos hidrocarburos que se presentan en estado gaseoso a temperatura ambiente. La atmósfera oxida estos compuestos, emitidos por productos habituales en el hogar, y a través de una cascada de reacciones químicas se acaban integrando en partículas en suspensión de menos de 2,5 millonésimas de metro. Estas partículas diminutas entran hasta la parte más profunda de los pulmones y pueden generar enfermedades respiratorias. El estudio, publicado en Science,  destaca por su “impresionante en su dimensión” y “riguroso” análisis.

Enlace a la publicación.